Su desempeño propio de una moto de carrera, reúne le confort de una sport cómoda para largos trayectos, gracias a su suspensión delantera de horquilla telescópica invertida y la posterior tipo Link. Ambas con resortes helicoidales y amortiguadores de aceite.
El motor es tecnológicamente superior: relación de compresión 12.8:1, cilindrada de 776 cc, 2 cilindros con árbol de levas a la cabeza (DOHC) y refrigerado por agua. Toda esa energía, poder y control están administrados por una caja de 6 cambios secuenciales. Su económico consumo es de 90 kilómetros por galón de gasolina.
La otra atracción de EICMA fue la Suzuki DR-Z4S, una moto para quienes no hay límites. Esta moto redefine el concepto “doble propósito”, al extender las fronteras de uso e incrementar la comodidad tanto fuera como dentro del camino.
La altura desde el suelo es de 30 cm, por lo que, casi cualquier motorista puede dominarla, e incluso, colocar ambos pies cuando está parado en un semáforo. El consumo de gasolina es del orden de los 108 kilómetros por galón, lo que le da una autonomía de 250 kilómetros por tanque lleno.
El motor monocilíndrico, de 4 tiempos y árbol de levas a la cabeza (DOHC) tiene un desplazamiento de 398 cc, con una entrega de 38 caballos de fuerza.
Si bien, el estand de Suzuki en EICMA fue muy admirado y comentado por la prensa especializada en el mundo de las 2 ruedas, tanto la GSX-R8 como la DR-Z4S han captado la atención por ser productos listos para estar en las salas de ventas de los siete continentes, donde Suzuki es parte de la cultura motociclística, al gozar del prestigio de alta calidad percibida y en el uso, por lo que, se consideran otros 2 productos que gustarán a primera vista, serán confiables durante su uso y tendrán muy buen precio de reventa.