Si la protección primaria indispensable es el casco, los guantes están en la posición dos, la capa y las botas de hule completan las primeras 3 sabias inversiones del motorista.
El agua de lluvia viene de la base de las nubes, donde se ha condensado al estar a cero grados Celsius. Eleva un poco su temperatura al caer por la fricción con el aire, pero, generalmente, es más fría que el medio ambiente.
De hecho, a veces cae en forma sólida, llamando granizo. Estos proyectiles pueden causar fuerte daño a un motorista, quien debe protegerse colocándose bajo alguna estructura fuerte. Nunca bajo un árbol, porque podría haber una tormenta eléctrica y un rayo podría lastimarlo.
Por su lado, consideremos a la temperatura normal del motorista debe ser de 36.5 a 37 grados. Cualquier agua provoca un choque térmico. Y si se trata de lluvia, será un desagradable enfriamiento del cuerpo.
Ya en esas condiciones, manejar su Suzuki, ya lo pone en riesgo de resfriado. Pero, en la actualidad, se han dado brotes de enfermedades que atacan al tracto respiratorio.
Entonces, si el clima es propicio para enfermarse y en el ambiente hay riesgo de ello, lo mejor es prevenir.
El pecho debe cubrirse perfectamente con una capa impermeable, lo cual también protegerá la espalda. Luego, los pies deben mantenerse secos y calientes, utilizando botas de hule. Todo el equipo de protección contra la lluvia debe ponerse antes de mojarse la ropa, de lo contrario, no es saludable que la humedad corporal sea encerrada por la capa.
Al llegar al destino, secar capa, guantes, botas, casco, protectores de codos y rodillas. Así estarán en óptimas condiciones para usarse al día siguiente.
Muy importante es aprovechar un día soleado para poner todo el equipo a secar, así hasta las pocas partículas de agua se evaporarán.