
Levantarse de madrugada para ayudar en el arreglo de los hijos, ir a dejarlos al colegio o escuela, dirigirse al trabajo y, hasta en ese momento, tomar una taza de café, es el escenario regular de un motorista Suzuki, quien ha encontrado en su moto a la aliada perfecta para evitar perder tiempo en el tráfico, llevar a tiempo al niño a sus citas estudiantiles, trabajar y regresar a casa en tiempo para compartir con la familia. Todo esto, con un desembolso mínimo de mantenimiento y costo de funcionamiento de su moto.
Si hay algo que el padre mantiene en mente es satisfacer y llenar las necesidades de la familia. Hacer ese ejercicio de amor determinado por tener dinero y entregarlo de manera totalmente desinteresada a hijos y esposa, es una satisfacción en sí mismo.
La mejor respuesta de todo ese esfuerzo es recibir una sonrisa, un cariño al regresar a casa, tranquilidad en el hogar y, si es posible, altas calificaciones de los niños. Con esas auténticamente pequeñas-grandes cosas, el padre está más que satisfecho.
Entre las pequeñas libertades económicas del padre, están los obligatorios servicios de su moto. Ponerle algún adorno que no signifique ningún riesgo, comprarse algún casco nuevo y embellecerla con algún accesorio.
Desde luego, participar en una “Rodada Suzuki” es un momento de íntimo gozo con su moto. Una ruta donde los amigos y compañeros son el marco perfecto para compartir. Gozar de su Suzuki en carretera y platicar sobre las mejores prácticas orientadas al buen uso de la moto. Cambiar de ambiente, retomar fuerzas y apreciar las bellezas de Guatemala forman momentos inolvidables.
Hay tanto que agradecer al padre que, evidentemente, sus esfuerzos se tornan más evidentes, mejor apreciados y justivalorados cuando los volvemos abuelos, y nosotros como padres, nos preguntamos: “¿Qué esfuerzos hicieron mis padres para darme lo que me dieron? ¿Cómo lo hicieron?”
Por eso, además de la taza de manualidades, los calcetines o la corbata, en el Día del Padre, dale un gracias de todo corazón, una firme promesa por actuar en consecuencia de sus esfuerzos. Gracias Motorista Papá.