En nuestro país, el invierno es húmedo y con muchas lluvias, generalmente torrenciales.
Debido a la relativa cercanía con ambos océanos, los movimientos de nubes cargadas de lluvia muestran una dinámica especial. Así, las precipitaciones intermitentes, huracanadas y, muchas veces, inesperadas, son parte de nuestros días de mediado de año.
Al manejar una moto se está expuesto a los elementos por lo que, se deben tener prácticas de cuidado mínimo para preservar el vehículo y evitar molestias. Entre ellas podemos sugerir:
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- Nunca pasar por un charco o río cuya profundidad no se conozca. Quedarse atascado no solo es molesto sino riesgoso.
- A las primeras gotas de lluvia, se debe buscar un lugar para protegerse, colocarse la capa, las botas de hule, guantes y limpiar el visor del casco. Si hay necesidad de seguir circulando, hacerlo hasta estar completamente protegido. Probablemente, no se sabe cuánto tiempo se recorrerá bajo la lluvia.
- Si se transita durante la lluvia, encienda las luces de la moto, no para ver el camino, sino para ser visto por otros motoristas, automovilistas, peatones y demás personas.
- Al mojar el sistema eléctrico de encendido de la bujía, lo que llamamos “mojar las candelas”, lo más conveniente es armarse de paciencia. Secar cable, la terminal de alto voltaje y las otras piezas. Sino, esperar a que se sequen solas. No pasará nada grave, solamente será una pérdida de tiempo.
- Siempre deje más distancia entre el vehículo que le antecede y su moto. Recuerde que requerirá de mayor recorrido para desacelerar y frenar porque habrá menos adherencia de los neumáticos al asfalto.
- También, haga trazos más amplios y a menor velocidad para evitar derrapes.
- Si lleva a un pasajero o alguna carga, aumentar tanto la distancia de maniobrar como, reducir la velocidad. Al observar esas dos conductas, mantendrá el control de la moto en suelo mojado.
- Siempre mantenga la presión neumática de ambas llantas. Así logrará el mejor agarre al camino en cualquier condición climática.
- Antes que el invierno se establezca totalmente, revise las zapatas o pastillas de frenos, para que el sistema trabaje en óptimas condiciones.
- Maneje a la defensiva, previendo lo que puedan hacer otros conductores e, incluso, hasta protegiéndolos dándoles espacio para que solventes sus situaciones críticas. La prudencia es buena compañía.