Si usted considera que su hijo o hija manejarán moto en algún momento de sus vidas, trate de darles la oportunidad de iniciar la práctica cuando aún sean niños. Basta decirle que los grandes campeones del motociclismo, en sus distintas disciplinas y modalidades, empezaron a conducir motos de niños. Por ejemplo, Joan Mir (Campeón de MotoGP 2020 en Suzuki) empezó a correr a los 10 años de edad. Marc Márquez lo hizo a los 5 años.
La gran mayoría iniciaron con motocicletas de enduro o cross porque sus motores entregan torque, el diseño permite pasar por obstáculos y tanto el motociclismo deportivo fuera de carretera como el recreacional abren múltiples escenarios a dominar.
Justo cuando se es niño, el desarrollo psicométrico permite edificar habilidades de cálculo de espacio, percepción del tiempo, agilidad muscular para reaccionar y, en el peor de los casos, la recuperación por una lesión toma menos tiempo en comparación con un adolescente o un mayor. Todo eso los acompañará durante su vida, siendo muy útil para muchas acciones, incluso aquellas distintas al motociclismo en sí mismo.
La motocicleta ideal para que un niño o una niña inicien su manejo es la Suzuki DR-Z50. Su motor de 50 cc, cuatro tiempos y carburación es ideal para hacer los servicios de mantenimiento en cualquier taller e incluso en casa.
Equilibrio, balance, percepción del centro de gravedad, perfección de reacciones intuitivas y una larga lista de habilidades importantes para el motorista se logran cultivar durante la niñez.
También es una práctica donde los sentidos se ponen a prueba, por lo que, es el momento ideal para revisar la vista y capacidad auditiva en los niños.
Además de aportar capacidades al futuro motorista, también será formativo en el sentido de cuidar el medio ambiente, reforzar el sentido de responsabilidad y del cuidado de la integridad personal.
Si se aprende a manejar moto ya de adulto, difícilmente podrá hacerlo con la soltura, seguridad y confianza de aquellos que aprendieron de niños.