Si usted vive a una distancia de 10 o más kilómetros del trabajo o estudio, seguramente, ya se dio cuenta que la velocidad promedio ronda los 8 kilómetros por hora.
Y si tiene compromisos laborales o académicos con horarios fijos, seguramente, tiene que madrugar para llegar a tiempo. Mientras el regreso a casa se realiza en horas de la noche. Es decir, se madruga para llegar a tiempo y al regresar, se toman tantas horas que, eventualmente, se desvela para cumplir con tareas o trabajo que ha llevado a casa. Resultado, pocas horas en casa, con mínimo o inexistente tiempo de convivencia familiar.
Es muy impactante (y preocupante) pasar frente a empresas e instituciones a las 6:30 horas, y ver personas durmiendo dentro de sus carros, esperando la hora de entrada. Se agolpan preguntas como: ¿A qué hora se levantará para venir al trabajo? ¿Qué tan lejos estará su casa de habitación?, etc.
Incluso, hay serias discusiones sobre dónde vivir. El boom de edificios con apartamentos mínimos (una habitación, sala-comedor-cocina, un baño…) no es casualidad. De hecho, muchos de ellos no contemplan estacionamiento para carros en su diseño, sino espacios para estacionar motos y bicicletas.
Por otro lado, las colas de carros generan que las motos vayan a menor velocidad, y en términos generales, con menores riesgos de choque. O bien, golpes a muy baja velocidad. Ahora el tema es inverso: los motoristas tienen el cuidado de no golpear a los carros, especialmente en los espejos retrovisores.
Cambiarse de trabajo no es fácil y más complicado encontrar uno cerca de casa. Mientras, dejar la vida en esa rutina de largas horas manejando o dentro de un bus, tampoco es una opción de calidad, entonces, es momento de ver alternativas realmente viables.
Dejar el carro en casa o bajarse del bus para montarse a una Suzuki es mejorar las horas del día. Volver a dormir las 8 horas diarias, compartir con familia y tener energía para encarar el trabajo o el estudio cotidianos.
Es conjugarse con el entorno, con la naturaleza y retomar el sentido de libertad. Y, como ventaja adicional, es mucho más económico recorrer un kilómetro en una moto Suzuki que en carro.