Se dice que la primera scooter registrada por la historia, es francesa y data de 1902. Su denominación significa que tiene ruedas más pequeñas que una moto normal, pesa menos y es una patineta motorizada.
El diseño tiene varias características muy apreciadas: al ir sentado como en una silla, permite que se use cualquier tipo de ropa. Eso mismo, la hace apta para personas de altura corta, mediana y alta. Además, las ruedas bajas dan maniobrabilidad en condiciones de ciudad.
Así, la historia inicial de las scooters las ubica en las ciudades, como un transporte personal simpático, casi como un juguete para ir a distancias cortas.
Pero en 1998, Suzuki dio un salto de calidad, al presentar la Burgman 400, una súper scooter para trayectos largos entre ciudades. Su figura aerodinámica, asiento muy bien definido para el pasajero y posiciones de viaje casi sentado, cambiaron por completo a ese segmento de motocicletas.
Durante el 2002, apareció la Suzuki Burgman125. Así, nació una scooter admirada y ampliamente aceptada por su diseño, confiabilidad, durabilidad, economía y polivalencia.
Muy apreciada para el uso familiar, la Suzuki Burgman125 sirve para ir a dejar a los niños al colegio, luego ir de compras al mercado y mandados a distintas instituciones. Luego, ir a traer al hijo y llevarlo a casa. En la tarde sirve para que los hijos adolescentes asistan a reuniones de estudio y en la noche para ir a la cancha de fútbol o basquetbol. Los fines de semana lleva a cualquier miembro de la familia a paseos y viajes a otra ciudad.
Así, la Suzuki Burgman125 provee transporte a toda la familia, todos los días, convirtiéndose en valiosa aliada de más variadas jornadas estudiantiles, laborales, deportivas, ocio y paseo.
