La red vial nacional tiene registrados cerca de 16 mil 900 kilómetros. De ellos, un poco más del 1% son de concreto, 43% de asfalto y 56% de terracería. Evidentemente, aunque los datos sean bastante exactos, existen rutas secundarias y vecinales que, evidentemente, no son considerados. Es decir, debe haber caminos informales, generalmente, de terracería.
También, los accesos a las casas o terrenos agrícolas, no están considerados dentro de esos registros.
Los movimientos dentro de las rutas de terracería y su conexión con otros caminos, generalmente, en trazos “fuera de camino”. Frecuentemente, esos viajes se hacen con un pasajero, su equipaje y hasta cargas especiales como cerdos, perros, gatos, patos… y chumpipes.
En esas ocasiones, la Suzuki GN125 TT “saca la casta” porque su suspensión le permite transitar por caminos muy difíciles, mientras su motor de gran torque (8.6 Newton-metro) y potencia de 12.5 caballos vence los obstáculos de las sendas y veredas propias de nuestro bello país.
Después de salir de la finca o granja, se tiene que llegar a los pueblos donde se toma otro transporte, se hacen negocios o visitas. Generalmente se recorren carreteras asfaltadas, donde la GN125 TT vuelve a mostrar su genial funcionamiento: estabilidad, comodidad, respuesta y economía… ¿Qué más se le puede pedir?
Pues bien, todavía da más: en la ciudad permite llevar cargas especiales porque sus parrillas frontal y posterior dan cabida para equipaje extra. Y al tener ambos equipos, la estabilidad está asegurada porque se hace balance dividiendo el peso entre ambas áreas de carga.
Solventar cualquier desaceleración repentina se logra con su freno de disco delantero y el posterior de tambor, con ABS. El resultado es una frenada más r´paida y en menos distancia. Su chasis tubular es ideal para ese trabajo rudo, por ser una estructura hecha para aguantar, es decir, larga vida a pesar de las grandes demandas del motorista.
Por eso, la Suzuki GN125 TT es una auténtica máquina para todo-terreno, todo camino y todo uso.
